José M. Frau (Berlín)

A sus 54 años, la muñeca Barbie organiza escándalos. Y además, en la tierra de sus antepasados, pues Ruth Handler, su creadora, se inspiró en la alemana Bild Lilli. Este jueves, en la inauguración de la casa de los sueños de Barbie en Berlín, se han producido enfrentamientos entre activistas que protestaban en contra de la instalación, y personal de seguridad contratado por la empresa.

Manifestación contra la tienda Barbie en Berlín. JENS KALAENE | EFE

La inauguración de la casa de Barbie, una superficie prefabricada con materiales de plástico, de 2.500 metros cuadrados, ha tenido lugar alrededor de las 10 de la mañana, tal como estaba anunciado. De acuerdo también con las previsiones, un grupo de activistas han mostrado su desacuerdo con la muñeca y con lo que representa.

Activistas de Femen

A pocos metros de la emblemática Alexanderplatz de Berlín, una joven integrante colectivo Femen ha quemado una cruz de madera con una Barbie atada a ella. Para ello se ha introducido en la fuente, en forma de gran zapato de tacones de color rosa, de más de un metro de alto, situado frente a la entrada de la casa. En su pecho descubierto llevaba escrito 'Life in plastic is not fantastic'.

Personal de seguridad ha intentado evitar las protestas y algunas personas han sufrido heridas leves. Alrededor de las dos ha llegado la policía, que ha tomado declaración a algunos testigos que todavía se encontraban en el lugar y se ha llevado, como prueba, los restos de la cruz de madera quemada y la camisa, de color rosa, de un empleado de la casa, manchada de sangre.

Modelo a no seguir

La polémica no es nueva. Los primeros modelos de la muñeca, de los años 60, se vendían con un manual para bajar de peso y que recomendaba no comer. Otra se distribuía con una báscula que marcaba 50 kilos. Toda una incitación a la anorexia, según sus críticos.

Pero en la actualidad, las protestas van más lejos.Los detractores de la empresa norteamericana Mattel, fabricante de la muñeca, la acusan de explotar a las trabajadoras, unos tres millones de chinas que en las miles de fábricas de la compañía perciben unos salarios inferiores a 200 euros al mes por unas jornadas de 12 horas al día.

La empresa asegura que ha modernizado la imagen de Barbie, fabricando modelos de mujeres emprendedoras y una con el aspecto de Angela Merkel.

Via: elperiodico.com

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