Más de 130 manifestantes fueron detenidos en todo el país, según el Ministerio de Interior ruso, la mayoría de ellos por participar en manifestaciones no autorizadas por las autoridades locales.
Del Pacífico al Atlántico, del Extremo Norte a las ciudades del sur europeo ruso, miles de ciudadanos dejaron el calor de sus hogares para llenar plazas y calles en un gélido día de diciembre y sumarse a la que ya es la manifestación más multitudinaria vista en este país desde la década de los 90 del siglo pasado.
Los manifestantes de Moscú, convocados por el movimiento Solidaridad, denunciaron el fraude en las elecciones legislativas del domingo pasado y exigieron a las autoridades la celebración de nuevos comicios parlamentarios, la liberación de los presos políticos y la investigación de todos las irregularidades electorales.
Los congregados exigieron también la destitución del presidente de la Comisión Electoral Central (CEC), Vladímir Churov, al que muchos responsabilizan de las graves irregularidades registradas durante la jornada electoral, según las agencias rusas.
En respuesta a los manifestantes, el vicepresidente de la CEC, Stanislav Vavílov, dijo en declaraciones a la agencia Interfax que las acusaciones lanzadas por los manifestantes de Moscú no tienen fundamento.
"Ayer se firmó el acta. Las elecciones fueron reconocidas como válidas y no hay motivo para hacer otras valoraciones. No hay motivos para revisar los resultados de los comicios", apuntó Vavílov.
El partido Rusia Unida (RU) de Vladímir Putin y del presidente Dmitri Medvédev, conserva la mayoría absoluta en la Duma (cámara de diputados) con 238 diputados, 12 más de los necesarios para alcanzar la mayoría (226), según los resultados oficiales definitivos de las elecciones anunciados el viernes por la CEC.
El partido del Kremlin perdió 77 escaños con respecto a los pasados comicios legislativos, por lo que no tendrá la mayoría constitucional.
En Moscú, unas 50.000 personas según los organizadores y al menos 25.000 según las autoridades policiales se congregaron en la céntrica plaza Bolótnaya, en un acto de protesta que transcurrió sin incidentes violentos y sin intervención de las fuerzas de seguridad.
Los paseos a ambas orillas del río Moscova se inundaron de una marea de gente, al igual que la plaza Bolótnaya, lugar consensuado con las autoridades para la manifestación, y también los accesos a la plaza, las calles aledañas y todos los alrededores.
Los ciudadanos descontentos portaban pancartas con las consignas: "Exigimos el recuento de votos", "Devolvamos las elecciones al país" y "Rusia Unida, admite tu lugar", este último en alusión al abultado y para muchos poco creíble resultado del partido oficialista, liderado por el primer ministro ruso, Vladímir Putin.
En San Petersburgo, la segunda mayor ciudad de Rusia, unas 10.000 personas salieron a la calle para denunciar el fraude en las elecciones, mientras que la policía detuvo a diez personas por desorden público.
La gran jornada de protesta ya había empezado cuando la capital rusa apenas entraba en la madrugada del sábado, y cuando la luz del sol asomó a la parte europea de Rusia, en algunas ciudades del Extremo Oriente y Siberia las manifestaciones ya habían concluido.
Dieciséis personas pasaron a disposición policial en la ciudad de Perm, veinte en la localidad siberiana de Nizhnevátorsk, veinte en Bélgorod, diecisiete en Yekaterimburgo, doce en Tula, diez en San Petersburgo y varios en Chitá, Kazán, Samara y Kurgán, mientras que en Moscú no hubo ni un sólo detenido.
Alrededor de dos mil personas se congregaron en el centro de la capital de los Urales, Yekaterimburgo, mientras que en otra localidad de este distrito federal, Cheliabinsk, el número de manifestantes llegó a un millar.
Otras mil personas salieron a las calles de Volgogrado (antiguo Stalingrado), mientras que más de 600 se manifestaron en Arjanguelsk, en el Extremo Norte europeo ruso.
A orillas del río Volga, en Samara, cuatro mil personas retaron a las autoridades en un mitin no autorizado por el Ayuntamiento.
Hasta tres mil personas ocuparon la plaza central de la ciudad siberiana de Tomsk al son de aplausos y gritos "Elecciones limpias".
También en otra de las urbes más importantes de Siberia, en Novosibirsk, miles de personas salieron sin miedo a los 15 grados bajo cero que hay en las calles de esta ciudad para denunciar, en una protesta autorizada, el fraude electoral.
Cientos de personas, en muchos lugares más de medio millar, se congregaron en las plazas y calles más céntricas de Ufá, Tula, Yaroslavl, Kurgán, Krasnodar, Kostromá, Omsk, Nizhni Nóvgorod, Vorónezh, Tver, Petrozavodsk, Tver, Kémerovo, Barnaul, Novokuznetsk y otras muchas ciudades de la extensa geografía rusa.
Via: ultimahora.com
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