El desnudo, por lo menos en nuestra hasta hace poco recatada civilización, siempre ha tenido algo de subversivo.
Y a veces, cuando no hay otra forma de hacerlo, enseñar las tetas, las nalgas u otra cosa, es una forma eficaz de protesta.
No nos referimos a los exhibicionistas que de vez en cuando s elanzan a un campo de fútbol o corren en pelotas ante los atletas, hablamos de algo más serio y trascendente.
Ukrania parece haber encontrado un nuevo bien que exportar: la protesta en top-less. Y es que, según informa Kim Willsher para The Observer y reproduce el periódico británico 'The Guardian', las incansables activistas del grupo Femen, conocido por protestar mediante el original método de enseñar sus pechos en público, han abierto un centro de formación en París.
No deja de ser significativo que la página web de Femen arranque en portada con una chica muy sexy sonriente, en tetas y con los tésticulos de una varón en la mano.
Con un lenguaje basado en las tácticas militares, («guerra», «soldados», «enemigo»), su portavoz, Anna Shevchenko explica que el objetivo es «formar a una nueva generación de feministas».
«Hablamos de guerra pacífica, terrorismo pacífico».
«Nos quitamos la ropa para que la gente pueda ver que no tenemos otra arma salvo nuestro cuerpo. Es una poderosa forma de luchar en un mundo dominado por los hombres, porque es la única forma de provocarlos y captar su atención».
Shevchenko defiende la eficacia y el pacifismo de su método.
«No ocultamos nuestros cuerpos ni nuestras caras, sino que nos enfrentamos con nuestros enemigos cara a cara. Los miramos a los ojos, y para ello tenemos que estar muy bien preparadas físicamente».
Protestar desnudas es, según los eslóganes de Femen, síntoma de libertad, una muestra de que la mujer es la dueña de su cuerpo.
El movimiento Femen fue creado en Ucrania en 2008 para protestar contra el sexismo, la prostitución y la explotación de la mujer en este antiguo Estado soviético.
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