Femen aterriza en España: "Se necesita un feminismo que actúe"

Lara Alcázar, activista de FEMEN España: 'Defendemos un feminismo que actúa'

Un grupo de chicas irrumpe por sorpresa. Todas ellas portan un mensaje escrito en su torso desnudo, su cabeza está adornada por una corona de flores y lanzan gritos contra la Iglesia, la explotación sexual y la opresión a la mujer. La Policía las captura y las introduce en un furgón. Esta escena se repite, desde hace cinco años y cada vez con más frecuencia, en países como Ucranica, Alemania o Francia. Y ahora, empezará también a producirse en España.

El movimiento feminista Femen, cuya acción de protesta se basa en el sextremismo (o tomar el cuerpo como arma), comienza a dar sus primeros pasos en nuestro país. De momento, cuenta con trece jóvenes (las activistas solo son mujeres) y está en fase de iniciación, según explica a Terra Lara Alcázar, que estos días se encuentra en Madrid para sentar los principios del grupo: "Estamos en un período de formación, de determinar cómo llevar a cabo las protestas, decidir qué reivindicamos y tomar conciencia de lo que hacemos".

Esta asturiana de 21 años aboga por un feminismo "que actúe, que se haga visible y que su reivindicación sea oída", ya que en España "el feminismo está muy institucionalizado o se basa en 'vamos a sentarnos a hablar". "Se necesita salir a la calle y que las protestas sean escuchadas", concluye.

Lara advierte de que la mujer que quiera formar parte de Femen "debe ser una persona fuerte físicamente, pero sobre todo de mente y con la convicción de que esto es algo por lo que quiere luchar". Desde su página de Facebook, "donde estamos en una campaña de información constante", cualquier interesada puede unirse al movimiento.

La sede central de Femen se encuentra en Kyiv, Ucrania, y las ramas dispersas por cada país comparten objetivos comunes. Sus tres focos más importantes son: la Iglesia y sus instituciones, las dictaduras y los regímenes opresores, y la industria del sexo, el tráfico de personas y la prostitución. En el caso de España, Lara denuncia que el Gobierno depende cada vez más de la Iglesia y de su moral, "en leyes como la del aborto y la posible reforma del matrimonio homosexual". Estas serán, en principio, sus líneas de actuación.

El cuerpo como arma de protesta

El método de protesta de Femen es el sextremismo: "Hacer una acción prohibida, inesperada, completamente ilegal que toma por sorpresa la causa contra la que vamos a protestar con un amplio contenido sexual pero donde la mujer toma la rienda sobre su cuerpo".

"Son métodos agresivos, pero no violentos", aclara esta estudiante de Historia del Arte, quien defiende su papel de "nueva amazona": "Vamos coronadas con flores, que son un símbolo de feminidad que se vuelve a atribuir a la mujer como luchadora".

Y ante quienes critican las técnicas de Femen, responde: "Realizar una protesta en 'topless' reivindica la potestad que tiene la mujer sobre su propio cuerpo. No lo utiliza para satisfacer la erótica, sino que transforma un objeto sexualizado y cosificado en un arma para luchar, un arma pacífica".