Tras las manifestaciones “laicas” del pasado sábado contra el matrimonio igualitario en Francia, el domingo tuvo lugar una nueva protesta en París contra el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio, convocada esta vez por el Instituto Civitas, una organización católica ultraconservadora. Una de las pancartas reproducía la siguiente frase, extraida literalmente del Catecismo de la iglesia católica: “Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves, la Tradición ha declarado siempre que ‘los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados’”.
Bastante menos numerosa, la manifestación de Civitas se encontró sin embargo con una respuesta inesperada: la provocadora performance del movimiento feminista ucraniano Femen, respondida con gran violencia por parte de los manifestantes. Las integrantes de Femen no dudaron en plantarse delante de la manifestación ultraconservadora ataviadas con vestidura de monjas, semidesnudas y coreando lemas como “In gay we trust”, peculiar adaptación del lema estadounidense “In God we trust” (“en Dios confiamos”) que figura en monedas y billetes. Una acción muy mal recibida por los asistentes, que no se conformaron con abuchear al colectivo feminista sino que intentaron agredirlas con saña. Especialmente violenta fue la reacción de un grupo de jóvenes de extrema derecha.
A continuación, el vídeo de la performance:
El vídeo del momento en que varios jóvenes persiguen a las integrantes de colectivo (en el segundo 26 se observa como uno de ellos propina a una de las chicas una brutal patada que esta consigue esquivar por muy poco):
El momento inmediatamente posterior, en el que se observa perfectamente al grupo de jóvenes y se aprecia además la presencia de un sacerdote:
También la periodista Caroline Fourest, que grababa lo sucedido, ha denunciado haber sido agredida. El grave incidente ha generado cierta polémica en el país vecino, hasta el punto de que varios diputados socialistas han pedido la disolución del Instituto Civitas.
Polémica sobre la “objeción de conciencia” de los alcaldes
En otro orden de cosas, el presidente francés François Hollande ha vuelto a dar muestras de cierta flaqueza ante las críticas de los conservadores al matrimonio igualitario al reconocer expresamente a aquellos alcaldes que no quieran celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo “libertad de conciencia” para negarse y delegar dicha celebración.
Una afirmación que ha generado críticas entre las organizaciones LGTB, al entender que da legitimidad a una corriente de protesta surgida entre alcaldes de derecha contra el matrimonio igualitario. Se trata, además, de una polémica de base artificial, puesto que ya en la actualidad los alcaldes franceses pueden delegar si así lo desean la celebración de matrimonios civiles en otras personas (una situación similar a la española, de hecho).
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Via: dosmanzanas.com
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