Casi cuatro años después del escándalo del hotel Sofitel en Nueva York, Dominique Strauss-Kahn vuelve a encontrarse en el banco de los acusados. En 2011 la carrera política del entonces director del Fondo Monetario Internacional, que se veía favorito para ser el candidato socialista a la Presidencia de la República francesa en 2012, quedó destruida por las acusaciones de agresión sexual profesadas por una empleada del Sofitel. Ahora, DSK, apartado de la vida política francesa, rinde cuentas en un nuevo caso judicial, que está convirtiéndose en todo un espectáculo, por la mezcla de sexo y poder político que conlleva.
Un espectáculo que este martes se vio amplificado por la tumultuosa llegada del acusado al tribunal. Tres activistas del grupo Femen se abalanzaron sobre su coche, con consignas anti prostitución y anti proxenetismo escritas sobre sus torsos desnudos. Una de las militantes llegó a subirse al capó del vehículo, antes de ser reducida contundentemente por la policía, que esposó a las tres jóvenes.
Dominique Strauss-Kahn está acusado de proxenetismo agravado, delito pasible en Francia de 10 años de cárcel y 1,5 millones de euros de multa. “No cometí ningún delito”, afirmó DSK, en una carta leída por el tribunal este martes. Vestido con un traje azul oscuro, Strauss-Kahn se mostró tranquilo, mientras en la lectura de su misiva desmentía toda “actividad sexual desenfrenada”, que según él, se deduce de los cargos pronunciados por el tribunal.
El tribunal correccional de Lille sostiene que DSK era el “pivote central” de la organización de “orgías” organizadas entre 2008 y 2011 en Lille, París, Bruselas y Washington. Para los jueces, el entonces director del FMI, lejos de ser un simple cliente, “consumidor gratuito”, era el instigador y “principal beneficiario” de la docena de fiestas en las que participó, según ha filtrado una fuente judicial.
DSK ha vuelto a afirmar este martes que desconocía que las mujeres que participaban en estas “fiestas libertinas” fueran prostitutas. Para él, se trataba de veladas libertinas entre adultos que mantenían relaciones sexuales consentidas. Varios de los 13 coacusados en este juicio también han negado haber incurrido en ningún acto de proxenetismo. Sin embargo, al menos una de las prostitutas participantes en estas fiestas declaró al tribunal haber sido contratada especialmente para satisfacer los deseos de un prestigioso cliente, que podría ser DSK.
Via: espanol.rfi.fr
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