Otra "perfomance" de las Femen ha tenido lugar en París el lunes pasado. Esta vez en el tejado del famoso cabaret Moulin Rouge que celebraba ese día su 125 aniversario. Dos activistas, alemana y ucraniana, han colgado en su portal una pancarta que decía "Rojo es el color de la revolución". Luego, bajo la lluvia, con sus tradicionales aros florales y los senos al aire, las chicas, durante buen rato, declamaron en inglés: "Not for sale! Not for sale!" (No a la venta). De esa manera pretendían expresar su protesta contra la explotación de las bailarinas de Moulin Rouge y contra la industria erótica y sexual en general, la cual ha hecho famoso el barrio parisino Pigalle donde se ubica el cabaret.

La acción se acabó, como siempre, con la intervención de la policía. El movimiento Femen, nacido en Ucrania, ya ha traspasado las fronteras y sus activistas, usando sus senos como pancartas, están constantemente en el centro de atención del público internacional y las opiniones sobre el grupo se dividen diametralmente, desde la admiración hasta el odio. Las propias activistas se definen como feministas, ateas y (s)extremistas y sus actuaciones siempre traen polémica aunque no siempre en el sentido al que pretenden las mismas.

Los europeos, y ante todo los franceses, están asombrados ante los procesos judiciales con las Femen como protagonistas, comparándolos con otros que tratan de los sucesos parecidos, e indignándose ante los evidentes "dobles estándares" de la Justicia francesa en esos casos. Así, el día 10 de septiembre un juzgado parisino absolvió a las Femen acusadas de la profanación del Catedral de Notre Dame en el febrero del año pasado e incluso multó a los vigilantes de la Catedral por el trato violento de las activistas. Una semana después otro juzgado provincial condenó a un grupo de las mujeres francesas bastante duro por una semejante actuación - trajeron a las puertas de la mezquita local la cabeza del cerdo que luego han comido sus maridos. El hecho ha sido considerado "la incitación al odio religioso" y "la provocación de un daño psicológico".

Los abogados de las francesas han recordado el caso de Femen y apelaron la sentencia acusando la justicia de la política de "dobles estándares". Las Femen bailaban desnudas en la Catedral, atacaban a los vigilantes y gritaban obscenidades que herían los sentimientos de los creyentes. Sin embargo, han sido absueltas. "Es obvio que los veredictos de esos dos juzgados es un ejemplo típico de "dobles estándares", - dicen los blogueros franceses, subrayando también el total silencio de los funcionarios y los medios de comunicación sobre el asunto. "Parece que ya hace tiempo que las Femen han seducido a Fémina francesa y se "casaron" con ella" - dicen.

Y parece que las siguientes generaciones de los políticos franceses serán aún más leales con Femen si tener en cuenta que hace poco Najat Vallaud-Belkacem, famosa por su extrema lealtad a las minorías sexuales y defensora fiel de sus derechos, fue nombrada la Ministra de Educación. Las asociaciones católicas franceses se están preparando para salir a protestar el día 9 de octubre cuando se celebrará otro juicio por haber montado Femen un "abortario" en el umbral de la Iglesia de Santa Catalina. De esa manera declaraban, según ellas, el derecho de la mujer al aborto. Y mientras tanto, los católicos europeos se plantean en sus tweets la pregunta ¿Por qué la profanación de una mezquita se castiga y la de una catedral cristiana no?

Via: es.blastingnews.com

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