Nota del editor: Inna Shevchenko es una de las lideresas del movimiento internacional Femen, que utiliza la protesta en ‘topless’ como una forma de dar importancia a los derechos de las mujeres. Ella dice que los líderes islamistas esclavizan a la mujer al controlar su sexualidad; sin embargo, el escritor independiente Bim Adewunmi considera que la actitud de Femen es cuando menos ingenua y tonta.
(CNN) — En los últimos cinco años, los miembros del movimiento femenil internacional Femen libramos una campaña activa de resistencia ante el patriarcado en varios rincones del mundo.
A través de actos de protesta política muy visibles, exponemos al mundo la idea de la liberación de la mujer por medio de la libertad sexual. Creemos que la sumisión de las mujeres comenzó con la esclavitud de su sexualidad, por lo que consideramos que es legítimo usarla como símbolo de liberación en todo el mundo.
Dividimos al patriarcado en tres partes básicas. En primer lugar, la dictadura como un instrumento para esclavizar a las mujeres. Por eso somos un movimiento democrático.
La segunda parte consiste en la religión y la Iglesia, que constantemente vigilian y apoyan a la esclavitud espiritual de las mujeres. Por esta razón Femen es un grupo ateo motivado por el laicismo y el humanismo.
El tercero es la industria del sexo, que ha sido responsable de la servidumbre sexual de las mujeres y de hecho es la forma más antigua de la sumisión femenina.
Por esta razón, Femen considera a la sexualidad como la base y el parámetro de la libertad de las mujeres. Nuestros tres postulados básicos son la democracia, el ateísmo y la sexualidad.
Por lo que hemos narrado anteriormente, las instituciones más odiadas naturalmente son aquellas que defienden una de estas tres cosas o una combinación de todas. El ejemplo más evidente del patriarcado es la teocracia islamista, una simbiosis entre la dictadura política y religiosa.
En los estados teocráticos, el papel de la mujer es horrible y sin esperanza. Dirigimos nuestra crítica más feroz a tales países y trabajamos en esa parte del mundo que es la que más ocupa nuestra mente.
Nuestra activista, Amina Tyler, ha vivido un claro ejemplo de la Shariatización que ocurre en Medio Oriente y el norte de África. Por haber publicado en Facebook fotos de su torso desnudo con la frase "Al diablo su moral" escrita en su cuerpo, Amina sufrió severas críticas y amenazas de muerte, fue secuestrada, golpeada y sometida a tratos humillantes.
Esta joven afirma que su propia familia la llevó lejos de los límites de la ciudad, donde vivió varias semanas en un pueblo que no conocía. Ahí, encerrada en una casa, la sometieron a una "islamización" forzada: la obligaron a leer el Corán y la llevaron a ver a un imam todos los días. La familia de Amina también declaró que estaba loca y la obligaron a ingerir grandes dosis de medicamentos.
"Como estaba tomando tantas pastillas, dormía todo el tiempo", me dijo Amina. "Y una vez que desperté, comprendí que no recordaba nada".
Amina finalmente logró escapar. Unas horas después de que los activistas de Femen atacaran al presidente de Túnez mientras gritaban: "¿Dónde está Amina?", recibí una llamada telefónica: "Inna, soy Amina. ¡Me escapé!".
Después de una larga conversación sobre lo que había pasado durante su periodo de aislamiento forzado, le pregunté si pensaba que salir de Túnez por un tiempo era lo mejor para su seguridad.
Amina respondió que no iba a salir de Túnez hasta que llevara a cabo una protesta en topless con otras jóvenes tunecinas que ya habían establecido contacto con ella.
Nuestra comprensión del islamismo, de acuerdo con lo que hemos aprendido al luchar contra el, nos dice que nuestra crítica es válida y tiene muchas esperanzas para el futuro.
La esclavitud de la mujer basada en el control de su sexualidad se encuentra en el corazón del islamismo. El hiyab es símbolo y a la vez una herramienta de sumisión.
Una protesta sexual masiva inspirada en el ejemplo servirá como primer paso para que las mujeres recuperen su propia naturaleza y será un punto de inflexión que provocará la disolución de la Sharia y propiciará que las mujeres recuperen el control sobre las condiciones de su existencia, desde lo sexual hasta lo político.
A través de este escrito prometo y amenazo con desplegar toda una red de activistas de Femen en los países árabes. Acosaremos a los líderes islámicos de todo el mundo y los someteremos a críticas desoladoras.
Tenemos la intención de acosar a los líderes espirituales que son personalmente responsables por maltratar a las mujeres.
¡Un millón de Aminas se levantarán! ¡La libertad, por fin, comenzará!
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Inna Shevchenko.
Open all references in tabs: [1 - 3]
Via: mexico.cnn.com
Short link: Copy - http://whoel.se/~Wrzzk$2fZ