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Kyiv.- Tras radicales acciones en Ucrania, el grupo feminista Femen actúa cada vez más en Occidente con trabajos contra el sexismo y el sistema de patriarcado. Últimamente ha apostado por acciones con el pecho al descubierto, como en la pasada feria de Hannover contra el presidente ruso, Vladimir Putin.
Al contarlo, a la protagonista de la acción, Alexandra Shevchenko, le brillan los ojos: "Eché a correr, me desnudé y empecé a gritar", cuenta la joven de 24 años riendo. A unos pocos metros de Putin un guardaespaldas redujo a la joven, pero las fotografías y videos del "ataque en topless" de cinco activistas del grupo Femen a Putin dieron la vuelta al mundo.
A la joven ucraniana le suena continuamente el teléfono móvil, a la vez que escribe emails frenéticamente. "Las mujeres siguen siendo esclavas", justifica sus acciones. "Nuestros pechos son nuestras armas" es el lema de las que se autodenominan "sextremistas".
"Queremos llevar a Femen a todo el mundo", dice Shevchenko con seguridad. En París ya hay una filial grande y también en Alemania el grupo lleva activo un par de meses. Entre 20 y 30 mujeres participan en protestas contra la prostitución o la mutilación genital.
"Se trata de un tipo joven y fresco de feminismo que va más allá del mero intercambio de opiniones", justifica la activista alemana Klara su participación. "En los primeros desnudos había una especie de barrera psicológica. Me pensé durante semanas si debía hacerlo".
Pero al final ganó la voluntad de enviar una señal. Y por ello la joven de 22 años participó en la acción contra el "dictador" Putin.
La alemana se vio atraida por Femen por sus protestas con desnudos durante la Eurocopa de fútbol en Ucrania en 2012.
Y últimamente las "Femen-istas" se quitan sus camisetas cada vez con más frecuencia para protestar contra el islamismo y la represión de las mujeres musulmanas. Y después de sus acciones, una cosa les queda clara: "Si no te sacan en televisión es que no estuviste allí", sentencia la líder Anna Guzol, de 28 años.
También Shevchenko, miembro fundadora, se ha acostumbrado y endurecido cuando la reducen medio desnuda. "La primera vez que pasó llorábamos", cuenta. "Pero ahora nos concentramos en lo esencial", gracias a entrenamiento regular y juegos de roles que ayudan a estas mujeres a prepararse para el contacto corporal con la policía o el personal de seguridad.
Femen ya es conocido desde hace años en su país de origen, Ucrania, y muy controvertido. "Sin comentarios", responde por ejemplo la organización de derechos humanos La Strada cuando se habla de Femen. El grupo apuesta más por los golpes de efecto que por los contenidos, dicen sus críticos. "Las mujeres se ven sólo como objetos jóvenes y hermosos de Ucrania que se desnudan en todas partes", advierte la renombrada escritora Oxana Sabushko.
Pero igual de abierta que se muestra a la hora de desnudarse, así de callada responde Shevchenko a las preguntas sobre su financiación.
Tanto ella como su hermana Inna, de 22 años, son "Femen-istas" a tiempo completo. El dinero llega de donaciones e ingresos de sus tiendas de fans, aseguran. Como signo de marca utilizan el logo de Femen, dos pechos estilizados en los colores de la bandera ucraniana, azul y amarillo. El bestseller es su "Boobs Print": una impresión de pecho de colores, con autógrafo incluído.
Cada vez más espectaculares y cada vez más radicales: los críticos las acusan de salirse de su objetivo de arrojar luz sobre la represión de las mujeres. Dibujos en su página web muestran a mujeres con el pecho al descubierto alargando a lo alto testítulos cortados o al papa Francisco siendo víctima de un ataque con motosierra.
La religión es para Femen una bestia negra, igual que Putin o los políticos machistas como el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi. "Son los rostros del sistema de patriarcado", dice Shevchenko.
Via: oem.com.mx
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