Procedentes de Turquía tras una estadía en Siria, los tres sospechosos eran esperados en París por la Policía, pero llegaron el martes a Marsella (sur), donde pasaron los controles de aduana sin problemas.
Finalmente, los tres se presentaron a la gendarmería en el sur del país y quedaron detenidos para ser interrogatados.
Los tres hombres tuvieron vínculos de una u otra manera con Mohamed Merah, el francés que murió en un enfrentamiento con la Policía tras haber asesinado a siete personas en atentados cometidos en el sur de Francia en 2012, entre ellos uno contra un colegio judío.
"Hubo evidentemente un gran embrollo debido en gran parte a las dificultades, a la falta de una buena colaboración con los servicios turcos", declaró el Ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian.
"Este mal funcionamiento entre los servicios turcos y franceses necesita una concertación profunda entre los dos países para evitar otros casos similares", explicó el Ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
El Gobierno evocó asimismo una avería del sistema de lectura de los pasaportes en Marsella.
Este caso cae en el peor momento para el Gobierno francés, que el miércoles por la tarde presentaba al Parlamento su operación militar en Irak y las medidas tomadas en consecuencia para reforzar la seguridad en el territorio nacional.
Hace una semana, Francia decidió participar junto a Estados Unidos en los bombardeos contra el grupo Estado Islámico en el norte de Irak, el cual instó a matar a ciudadanos franceses, uno de los cuales fue tomado como rehén el domingo en Argelia.
"Falla imperdonable"
La oposición de derecha y de extrema derecha denunció el miércoles que el caso de los tres presuntos yihadistas es una falla imperdonable.
Estimando que el caso hace que Francia sea el hazmerreir del mundo, el diputado del partido de derecha UMP Christian Estrosi afirmó que el actual Gobierno francés era un grupo de incapaces.
"La increíble no detención de tres yihadistas franceses", como la calificó el miércoles el diario Le Monde, empezó el martes con el anuncio por el Ministerio del Interior de la detención de los tres sospechosos a su llegada al aeropuerto de París procedentes de Turquía, donde las autoridades los detuvieron a fines de agosto.
Poco después, la información fue desmentida y se dijo que no habían llegado a Francia porque el comandante del avión que debía traerlos se negó a embarcarlos por falta de los documentos administrativos turcos necesarios.
Tras ello, para sorpresa general, sus abogados anunciaron que los tres estaban en Francia y que estaban sorprendidos de que no hubieran sido detenidos.
En realidad, tras la negativa del piloto, las autoridades turcas decidieron enviarlos en otro vuelo, éste con destino a Marsella, pero esa información sólo fue recibida por las autoridades francesas después que el avión llegara a destino y los tres sospechosos desembarcaran, explicó el ministerio de Interior.
Finalmente, los tres hombres, que quieren explicarse ante la policía y la justicia francesa, según uno de sus abogados, se presentaron por sí mismos a la gendarmería, fueron detenidos para interrogatorio y comparecerán ante un juez antiterrorista.
Uno de los tres hombres es el marido de Souad Merah, la hermana de Mohamed Merah, el autor de los atentados de Toulouse, y considerado por los servicios de inteligencia próximo del movimiento salafista, según una fuente cercana al caso.
El segundo fue condenado ya una vez por haber pertenecido a un grupo yihadistas y estaba muy ligado a Mohamed Merah, según la fuente.
El tercero formaba parte de una filial yihadista desmantelada este año, en la que participaban también antiguos allegados de Merah.
Via: larazonsanluis.com
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