El acto de Marine Le Pen es una tradición que arrancó su padre hace muchos años: el 1° de mayo en la plaza de la Opera. Pero esta vez, cuando estaba hablando, se abrió el balcón del hotel de enfrente y se pudo ver –y escuchar– a las tres militantes del grupo Femen, con la frase “Le Pen Top Fascist” pintada en el pecho. Femen, grupo radical de origen ucraniano, se especializa en protestas mediáticas y le tiene una particular inquina al Front Nationale de Le Pen. Una de sus militantes fue agredida en la plaza por los matones de negro del Servicio de Orden. No fue el único disgusto para la líder ultraderechista, porque también se apareció su padre Jean-Marie, de 86 años, que ni la miró pero se subió al palco, aplaudido.
Via: pagina12.com.ar
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