LILLE, Francia.- Dominique Strauss-Kahn restó importancia a su supuesto papel en fiestas sexuales con prostitutas, al decir a una corte francesa que no sabía que estaban siendo pagadas y que la frecuencia de los encuentros había sido muy exagerada.
El ex titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), de 65 años, está acusado de incitar cerca de una docena de fiestas que involucraban a prostitutas entre 2008 y 2011 en la ciudad de Lille, en el norte de Francia, en Washington, Bruselas y París.
"Cuando lees la denuncia criminal tienes la impresión de que era una actividad frenética", dijo Strauss-Kahn, quien vestía un sobrio traje negro con corbata gris.
"Pero era cuatro veces al año, no más que eso. No era esta actividad fuera de control que la denuncia sugiere", agregó.
En declaraciones rápidas y en tono confidencial, Strauss-Kahn dijo a la corte que en ese momento de su carrera todavía tenía "ambiciones políticas" y que su puesto en el FMI era un "trabajo importante".
Strauss-Kahn era visto como el siguiente presidente de Francia antes de ser acusado de agresión sexual por una mucama de un hotel de Nueva York en 2011. Los cargos criminales estadounidenses fueron desestimados, pero más tarde aparecieron acusaciones de que participó en un círculo sexual.
Varias manifestantes con el torso desnudo del grupo FEMEN con eslóganes pintados en negro en sus pechos y espaldas se arrojaron más temprano sobre el auto de Strauss-Kahn cuando llegaba a la corte, antes de ser retiradas por la policía.
Sus abogados reconocieron que su cliente participó en fiestas sexuales pero dijeron que él no sabía que las mujeres eran prostitutas por lo que rechazaba el cargo en su contra de proxeneta, o en términos legales de "proxenetismo con circunstancias agravadas".
Consultado por el presidente del tribunal sobre si su posición previa con respecto a las prostitutas -que no era consciente de su estatus- había cambiado, Strauss-Kahn dijo: no.
Una mujer que testificó dijo que fue contratada para tener relaciones sexuales con Strauss-Kahn en una de las reuniones en París y que él debía saber que estaba lidiando con prostitutas.
La mujer describió un encuentro cuando quedó sola con Strauss-Kahn en una habitación.
"Había actividades (...) contra la naturaleza. No estaba acostumbrada a hacer cosas de este tipo", dijo la mujer, en tono suave y dubitativo. "No era violencia, era una relación de fuerza", agregó.
A pesar de hacer gestos de que estaba incómoda con la práctica, la mujer la permitió "porque realmente necesitaba ese dinero y tenía miedo de irme sin él".
"Él sonreía desde el principio hasta el final", agregó.
Strauss-Kahn, quien dice que su carrera política está terminada, podría enfrentar una condena a 10 años de prisión y una multa de hasta 1.5 millones de euros si fuera condenado.
Via: elfinanciero.com.mx
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