RAÚL PANIAGUA (KYIV / Enviado especial)
Quienes tienen la suerte de dormir en algún lujoso hotel ucraniano (no es el caso de quien escribe) quedan sorprendidos solo con el recibimiento. En sus mesitas, junto a una botella de agua, los panchitos y una bolsa de chucherías, aparece una cajita de colores. No es un alimento más. En su interior hay tres condones. Más de uno queda extrañado. Al bajar a la recepción, a partir de la medianoche, todo queda más claro. Un carrusel de señoritas, el 90% cercanas al 90-60-90, revolotea por los pasillos en busca de algún admirador, lo que dará paso a un sofisticado proceso. No es una escena anecdótica. Ocurre cada noche en muchos hoteles y discotecas de la Eurocopa, sobre todo en Ucrania.
Mientras en Polonia la prostitución se tolera pero está prohibido el proxenetismo, en la antigua república soviética es una actividad ilegal y perseguida. Al menos eso dice la teoría. Pero hecha la ley, hecha la trampa. En las discotecas, las chicas intiman con el personal utilizando un inglés básico, sin especificar su profesión. Una especie de madame las vigila y actúa cuando lo cree conveniente, todo en un diálogo cordial y afable. Para más detalles, entrega una tarjeta con un teléfono y una web con los servicios y tarifas. Nadie se va directamente con la prostituta.
Las activistas son reprimidas por los cuerpos de seguridad. SERGEI SUPINSKY / AFP
Las activistas son detenidas. GLEB GARANICH / Reuters
100 euros de media
El salario medio ucraniano se sitúa sobre los 300 euros mensuales. En el torneo, el precio estándar por acto sexual ronda los 100. La ilegalidad queda trampeada con un mecanismo que suele frenar a muchos hinchas. "No llamaré, vete a saber con qué te puedes encontrar luego", dice Alberto, un esforzado joven gallego que sigue a la selección. "No son mujeres de verdad, parecen hologramas, es impresionante", añade.
Ese mercadeo encubierto ha causado la indignación de la organización feminista Femen, contraria a la Eurocopa desde sus inicios. Ayer se concentró en las afueras del Estadio Olímpico de Kyiv, horas antes del duelo entre Inglaterra e Italia. Junto al escenario de la final, varias mujeres semidesnudas dejaron clara su postura. Con la inscripción '¡Fuck Euro 2012!' ( '¡Fóllate a la Eurocopa!' ) en los pechos y abdomen estallaron contra la prostitución que inunda las calles y burdeles ucranianos. La policía cargó de forma violenta y fueron detenidas tres activistas entre golpes y agresiones.
Sobornos a la policía
Con un lema contundente - Ucrania no es un burdel y sus mujeres no son putas- Femen acusa a la UEFA de promover 'la prostitución, el alcoholismo y el debilitamiento mental' de la población. "No somos seres de segunda ni trozos de carne. Somos mujeres que luchamos por nuestros derechos e independencia", comenta Inna Shevchenko, una de las pioneras del grupo, quetiene más de 6.000 seguidores en Twitter. Aunque la prostitución está prohibida y suele haber policías en los sitios más concurridos, los sobornos son también habituales.
La situación se complica en un país con la tasa de sida más alta de Europa. El 1,65% de la población convive con el virus. En Alemania, por ejemplo, solo el 0,1%. Ucrania cuenta con 750.000 seropositivos, mientras España no llega a 150.000. "Los que decidan tener relaciones sin condón están jugando a la ruleta rusa. Bueno, a la ruleta ucraniana. O tienes suerte... o no", avisa Kostiantyn Pertsovskyi, portavoz de la ONG International HIV / AIDS Alliance. Pese a la ilegalidad, se calcula que hay unas 90.000 prostitutas en Ucrania. En Kyiv, la capital, el 24% de las meretrices tienen el sida. En Donetz, donde jugó España los cuartos y repetirá en las semifinales, la cifra llega al 38%.
Via: elperiodico.com
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