• La URSS les legó la tradición de ser austeras y no portar nada ostentoso, porque eso es traición a la revolución. Además, tenían que ser compartidas, lo mismo para todos, como lo dicta el comunismo. ¡Viva el camarada Lenin! ¡Que aprenda Berlusconi! (¡pero que no enseñe!).
• Están dispuestas a dejar al gringo Spencer Tunick como un idiota. El desnudo total ya pasó de moda, lo de hoy es dar el taco de ojo selectivo y con sentido social. Además, están tan acostumbradas al frío eslavo que no les da frío estar sin ropita.
• Es una muestra de repudio contra los gobiernos por prohibir las minifaldas, los jeans ajustados y hasta enseñar la cara. Cuando se quejaron del trato de Dominique Strauss-Kahn hacia las mujeres lo hicieron en chiqui trajecito de mucama… para demostrar que se vale ver pero no tocar.
• Saben que si bien son güerotas, altotas, guapotas, hay otras europeas con esas características, por lo que quieren demostrarle a las de Estonia, Letonia y Lituania que las ucranianas son las más chidas.
• Se cansaron de que en los partidos Ucrania-México, les gritaran “chichis pa’la banda”. Ahora su grito de guerra es “La que no se encuere es águila”.
• Tienen un convenio con las marcas de lencería y quieren convertir a Europa en pasarela de Victoria Secret, La Perla e Intimissi. ¡Mamisis!
Via: impreso.milenio.com
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