Aún no revela su nombre y utiliza un seudónimo, Alice. Esta joven francesa está escribiendo un libro sobre su experiencia como activista de Femen donde no deja bien parada las maneras del movimiento, aunque sigue apoyando su lucha.
"Te cortan cualquier iniciativa, te impiden opinar y te ocultan información", relata al diario El Mundo.
"Te habías alistado para luchar contra el sometimiento de las mujeres y terminas sometida".
No quiere revelar su nombre hasta que el libro no esté publicado. Al parecer, una gran editorial negocia ya un acuerdo con ella.
Femen, el movimiento de lucha de derechos de las mujeres que comenzó en Ucrania y se ha extendido por toda Europa también ha revolucionado España, donde comienza a desarrollar acciones propias aunque siempre bajo el mandato de directrices superiores, según Alice:
"Me consta que en España no mueven un dedo sin permiso de París".
La exactivista asegura que Femen se aleja del funcionamiento de una secta, pero le ha decepcionado su modo de ejercer la jerarquía y la autoridad sobre sus miembros:
"Dejas de existir como individuo, ya no piensas por ti misma sino por el grupo".
Jerarquía interna
"Hay algo que no funciona a nivel interno y no se puede luchar por la libertad de las mujeres cuando tú misma ves cercenada la propia. Como yo, otras chicas han dejado de acudir a las convocatorias porque no soportaban unas reglas tan estrictas".
Alice ha recopilado las experiencias de otras de estas jóvenes desengañadas por el movimiento para incluirlo en un libro que promete dar mucho que hablar.
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