El Papa Francisco visitará hoy en Estrasburgo las sedes del Parlamento Europeo y del Consejo de Europa, donde pronunciará sendos discursos. La ciudad francesa, que acoge cada mes los encuentros de los eurodiputados, recibe así a un pontífice 26 años después, tras el histórico viaje de Juan Pablo II en octubre de 1988. De hecho, y tras un préstamo de última hora del Museo Histórico de la Ciudad, el Papa hablará desde el mismo atril que usara entonces Wojtila.
Las principales autoridades europeas estarán para recibir a Bergoglio. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, junto a su Colegio de Comisarios. El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en uno de sus últimos actos; el presidente de turno del Consejo, el italiano Matteo Renzi. El secretario general del Consejo, el noruego Thorbjørn Jagland. El primer ministro belga, Charles Michel, presidente de turno del organismo, así como los presidentes de la Asamblea Parlamentaria, Anne Brasseur, y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Dean Spielmann,
El acto, cuidadosamente planificado, con una alocución al Hemiciclo incluida, paralizará durante algunas horas el reciento y sus alrededores. En la antesala del comité de ministros, órgano ejecutivo del Consejo de Europa, el Papa firmará en el libro de oro de la organización paneuropea y se realizará el intercambio de regalos y la foto de familia, informa Efe.
El Vaticano es miembro observador del Consejo de Europa desde el 7 de marzo de 1970, pero coopera desde 1962. Se desconocen las líneas generales del discurso de Francisco, pero su presencia ha generado mucha controversia. El Papa ha apuntado que Europa se encuentra "fatigada", y cree que el desempleo es uno de sus mayores desafíos. Por lo que el Parlamento Europeo podría ser el lugar idóneo para un mensaje de marcado carácter económico y social. Y más en la víspera de que Juncker presente su esperado Plan de Inversiones.
Críticas
El Papa se ha mostrado muy crítico con el sistema económico mundial, la avaricia y el capitalismo. Y podría aludir a la situación de los emigrantes y su sufrimiento para llegar a un Continente en crisis, económica, social y de identidad.
Pese a ello, desde Izquierda Plural, el grupo más crítico del Parlamento, consideran que la presencia del pontífice en el Hemiciclo supone "un claro ataque a la necesaria separación estricta entre la religión y las instituciones públicas" y "una grave ofensa a la laicidad de millones de ciudadanos y ciudadanas europeos". Por ello, el grupo ha enviado una carta de protesta a Schultz, mostrando su rotundo rechazo a la intervención del papa Francisco en la sesión plenaria que se celebrará el próximo 25 de noviembre en Estrasburgo.
Marina Albiol, Ángela Vallina, Paloma López, Lidia Senra, Javier Couso y Ernest Urtasun, indicaban en la misiva al presidente que "la Unión Europea debe ser ejemplo de garantía de libertad de conciencia y de no imposición ni promoción de valores religiosos", que pertenecen "a la esfera privada de las personas". Y por ello se ausentarán durante el discurso.
Ayer mismo, una integrante de Femen entró a la catedral de Estrasburgo con el pecho desnudo y una bandera de la UE en las manos como acto de protesta contra la visita. Y allí, desde el altar, ha mostrado mensajes dibujados sobre su cuerpo.
Será el viaje más breve de cuantos ha hecho nunca el Papa (menos de cuatro horas) y no incluirá ningún tipo de acto religioso.
Via: elmundo.es
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