Antonio Hualde
ANTONIO HUALDE es abogado e investigador de la Fundacin Jos Ortega y Gasset.
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EPPUR SI MUOVE
26-02-2014
Segn Simone de Beauvoir, “el problema de la mujer es que ha sido siempre un problema de hombres”. Dos siglos antes, Voltaire afirmaba que “el primero que compar a la mujer con una flor fue un poeta; el segundo, un imbcil”. Ambos tienen razn. Durante demasiado tiempo las mujeres no han sido sino “mquinas de producir hijos” -Napolen- o “seres endebles y defectuosos” -Santo Toms de Aquino-, fruto de un machismo que, aunque mengua cada da, no acaba de desaparecer. Son demasiados siglos de falocracia como para erradicarla en unos cuantos aos, pero no por ello hay que renunciar a la meta de conseguir la igualdad de derechos y oportunidades.
Qu tiene eso que ver con ensear las tetas en pblico y soltar todo tipo de improperios? Habr que preguntarle a las Femen, una de las ltimas excentricidades de esta sociedad enferma. Hace pocas fechas, lea la entrevista que le hacan a una “arrepentida” del grupo radical feminista. En ella, la ya ex Femen deca haberse desmarcado “por la falta de democracia interna” y porque cada vez que hacan alguna de las suyas “era siempre por orden de alguien”. Eso s, defenda todas y cada una de sus actuaciones; por lo general algaradas en desfiles de moda e iglesias.
Dicen que los extremos se tocan, y a veces es verdad. Si en algo coinciden las Femen con los ultracatlicos a los que tanto denostan es su comn obsesin por el sexo: ya sea por represin cavernaria o por una inquina poco entendible, unas y otros lo utilizan como arma arrojadiza. Puedo compartir algunos de los argumentos utilizados para protestar en pasarelas como la Cibeles Fashion Week por la utilizacin que se hace del cuerpo de la mujer en la publicidad, as como tambin por los cnones de extrema delgadez que impone el mundo de la moda.
No, desde luego, sus mtodos ni sus argumentos. Segn una de sus fundadoras, “nuestros pechos hablan, gritan, transformando nuestro cuerpo desnudo en un instrumento poltico. Damos, proponemos al mundo un nuevo significado de la desnudez de la mujer. Y ahora esto es un instrumento poltico, es mi arma poltica. En mis pechos siempre habr un mensaje que quiero que las personas oigan”. As, tal cual.
Ahora la han tomado con el tema del aborto; se que no practicaron sus madres y por eso hoy ellas pueden hacer lo que les venga en gana. Y, curiosamente, cada vez que interrumpen una misa o le arrojan unas bragas manchadas de sangre al cardenal Rouco Varela, all hay un fotgrafo o una cmara de televisin para inmortalizar la “hazaa”. Y es que las Femen no hacen nada si no salen en la tele. Tan famosas se han hecho que han llegado a desfilar por la alfombra roja del festival de Venecia para promocionar un documental. Eso s que es coherencia.
Sigue habiendo violencia machista -por cierto, todo castigo a los agresores me parecer siempre poco-. Muchas mujeres gana menos, y adems, las que son madres tienen una “segunda actividad” no remunerada pero igualmente agotadora. La conciliacin es una quimera tan utpica como la posibilidad de encontrar un poltico decente. Y en los pases islmicos se pisotea sus escasos derechos con total impunidad: en Arabia Saud no conducen, en Afganistn las lapidan y en Pakistn, si las violan, van a la crcel por haber mantenido relaciones fuera del matrimonio. Para cuando una protestita al respecto, queridas?
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