Después de cuatro años como primer ministro, Vladimir Putin se impuso ayer en las elecciones presidenciales de Rusia con el 64,73%. En medio de una serie de denuncias por fraude, el exagente del KGB se prepara para asumir un tercer mandato como presidente, puesto que ya había ejercido entre 2000 y 2008. “Hay grandes dudas de que esto refleje la verdadera opinión pública en la sociedad”, cuestionó el premio Nobel de la Paz y ex líder soviético, Mijail Gorbachov. Otro que puso en duda la transparencia de los comicios fue Gennady Zyuganov, líder del Partido Comunista, quien quedó segundo con el 17,04%. “La votación no fue limpia”, aseguró.

“Dormí bien, hice deporte y vine”, dijo el líder de 59 años frente a su mesa de votación. En ese momento, tres militantes feministas del movimiento ucraniano Femen aparecieron desnudas al grito de “Putin ladrón”. Fueron detenidas por la policía.

Es que pese a los intentos de las autoridades para dar al proceso una apariencia “limpia”, varios observadores electorales denunciaron infracciones a la ley. La agencia independiente Golos indicó que recibió reportes de que se llevó a cabo una técnica conocida como “carrusel”. “Muchas personas fueron llevadas a votar más de una vez a distintas urnas, trasladadas en micros”, sostuvo su directora, Lilia Shibanova.

Las denuncias, de confirmarse, podrían minar la legitimidad de la victoria de Putin y reforzarían a las fuerzas de la oposición, que prometen una marcha multitudinaria para hoy mismo, en Moscú. La evidencia de un fraude electoral generalizado en una elección parlamentaria en diciembre ya había detonado protestas en contra de Putin. La magnitud de las manifestaciones, convocadas por intelectuales y grupos de clase media, sorprendió al presidente electo. “Dejen que los monos vengan a mí”, había dicho luego de aquellos reclamos .