PARÍS - Con sus torsos desnudos y consignas como «Epidemia fascista» o «Marine Le Pen fascista», la agrupación feminista Femen irrumpió ayer en la conferencia de prensa de lanzamiento de la campaña del ultraderechista Frente Nacional (FN) para las elecciones europeas del 25 de mayo.
Cruces gamadas como fondo de la bandera europea pintada en sus pechos al aire y con pequeños bigotes hitlerianos pintados, las 22 militantes de Femen realizaron una intervención sorpresa para denunciar «el fascismo que se esta extendiendo en toda Europa».
La protesta desnudista se produjo frente a la Maison de Centraliens, donde la seguridad impidió que las mujeres ingresen a la conferencia de prensa del FN.
«Las militantes anti-FN gritan en inglés. Traigan un traductor!», tuiteó Marion Maréchal Le Pen, diputada y nieta de Jean-Marie Le Pen, fundador del principal partido de extrema derecha francés.
El FN, al que varias encuestas lo ubican primero en intención de voto a nivel nacional con el 23% de los votos, por delante de conservadores y socialistas, podría alzarse con 20 de las 74 bancadas del Paramento europeo de Estrasburgo, un hecho inédito en su historia.
Femen, organización que se define como «feminista radical», fue creada en Ucrania en 2008 y es reconocida por sus acciones y golpes mediáticos, además de ser criticada por sus métodos y fuentes de financiamiento.
El domingo por la noche la agrupación feminista intentó inaugurar su nuevo local (el anterior fue incendiado) en las afueras de París, pero la fiesta de apertura fue suspendida por la llegada de decenas de militantes de ultraderecha, quienes amenazaron con atacar el lugar, algo que finalmente no ocurrió por la intervención de la policía.

Rechazo oficialista al ajuste de Valls
El primer ministro francés, Manuel Valls, recibió ayer a un grupo de diputados del gobernante Partido Socialista (PS) en un intento por calmar la creciente oposición, dentro del oficialismo, al plan de ajuste por 50.000 millones de euros que planea aplicar el premier.
La reunión llegó un día después de que ese mismo grupo de diputados, del ala más moderada del PS, publicara un documento en el que reclamó a Valls «escenarios alternativos» al plan de ajuste para 2015-2017, que contempla congelar pensiones, salarios y contratación de empleados estatales y algunos beneficios sociales.
«Hablamos sobre (...) los jubilados que menos ganan, para quienes deseamos un gesto, y de los más modestos. Como también de un posible aumento a los empleados públicos si la economía vuelve a crecer», dijo a la prensa Bruno Le Roux, jefe de la bancada del PS en Diputados, luego de la reunión con Valls.
Antes del encuentro entre Valls y el grupo de 12 diputados socialistas, Le Roux reclamó, en una entrevista con el vespertino Le Monde, «un espacio para la discusión» ante la intención del nuevo premier de instaurar el ajuste sin retoques parlamentarios al proyecto oficial.
Los parlamentarios habían prometido hacer oír su voz, pero a diferencia de una iniciativa anterior de una docena de diputados del ala más izquierdista del PS, que reclamaba un ajuste mucho menor, por 35.000 millones de euros, el documento presentado ayer mantiene la cifra de 50.000 millones de recorte.
De todos modos, los autores del documento, entre quienes se encuentran algunos miembros de la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados, exigen «otro reparto del esfuerzo» y pretenden que el ajuste este centrado en las empresas y no en los trabajadores, jubilados o desempleados.
En declaraciones a la radio France Info, una de sus autoras, Valérie Rabault, aseguró que «los tres o cuatro escenarios» presentados a Valls tienen como objetivo «mantener la equidad» y «proteger el crecimiento», ante un «ajuste cuyo riesgo es aumentar el efecto recesivo de la economía».

Via: lmcordoba.com.ar

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