Animadas por la total gratuidad con la que se saldan sus ataques, tres de sus ultras repiten puesta en escena exhibicionista para profanar el camposanto de los Mártires de Paracuellos del Jarama (Madrid), igual que antisemitas vandalizan cementerios judíos.

REDACCIÓN HO.-  La nueva ofensa perpetrada por las radicales abortistas y laicistas de Femen, grupo de ultras violentas fundado por gente afín a los neonazis ucranianos, ha consistido en la actuación de tres de sus integrantes para profanar el cementerio de los Mártires de Paracuellos del Jarama, arrojando de pintura roja sobre la gran cruz blanca situada en la ladera de la montaña, símbolo del camposanto.

En su acción delictiva en virtud de lo tipificado en el artículo 526 del Código Penal, y amparadas por la impunidad de la que viene gozando tras cada uno de sus ataques, han reiterado retórica y puesta en escena exhibicionista, mostrando sus torsos desnudos con pintadas con las que, según ellas, quieren denunciar los homenajes a Francisco Franco, en la víspera del día en el que se conmemora tanto el fallecimiento del general como del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera. 

Como denuncia hoy Elentir en su Blog Contando Estrelas, es «un despreciable ultraje contra miles de personas que fueron asesinadas estando desarmadas, simplemente porque sus ideas o creencias no eran del agrado de sus verdugos. Y como las ideas y creencias de los asesinados tampoco son del agrado de Femen, han ido a ultrajarles, igual que hicieron hace dos años destruyendo un monumento a las víctimas de Stalin en Kyiv, Ucrania».  Y emulando, como añade el destacado bloguero, a los antisemitas que profanan y vandalizan cementerios judíos.

¿Responderán ante un tribunal, como corresponde, o de nuevo el Estado dejará a los católicos sin amparo, ante ataques tan vomitivos como éste?  

Plantea Elentir: «igual que sería intolerable que un grupo nazi organizado se dedicase impunemente a asaltar sinagogas, a agredir a rabinos y a vandalizar cementerios judíos, me pregunto qué más hace falta para que el Gobierno promueva la ilegalización de ese grupo ultrafeminista violento, cuya única actividad conocida es la agresión por sistema contra todos los que no suscribimos sus majaderías ideológicas. Me pregunto si nuestras autoridades, empezando por el Gobierno de la Nación, han decidido conceder a las Femen un privilegio que les exime de respetar la máxima democrática de que la propia libertad no da derecho a nadie a agredir al que opina distinto. (...) La democracia no puede consistir en que unos tengan derecho a agredir y otros tengamos el deber de soportar que nos agredan».

Via: hazteoir.org

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