En el año que ha pasado desde que el BNG abandonó el gobierno de la ciudad, los nacionalistas han tenido que ver, ahora desde la oposición, cómo algunos de sus proyectos abanderados están siendo reinterpretados por el PSOE, su entonces socio de gobierno. Fuentes de ambos grupos municipales ven con cierta naturalidad que esto suceda, toda vez que son partidos con programas electorales diferentes y que la situación económica y social ha variado notablemente desde el año de su primera 'unión', en 2007.

Sin embargo, la reorientación de alguno de los proyectos nacionalistas ha suscitado reacciones por parte del BNG, especialmente en el ámbito de Cultura. Todavía la semana pasada, en junta de área, los nacionalistas se quejaron del rumbo que la socialista Ana Garrido está dando al festival de música de cámara 'Sen Batuta', una de las actividades bandera de la gestión de la anterior concejala, Isabel Pérez, que, a su vez, veía con malos ojos la programación del festival 'Pórtico do Paraíso' desde el área de Educación.

Las discrepancias parten del traslado del certamen al Teatro Principal -antes era en el Otero Pedrayo-, una decisión que Garrido justifica con un informe técnico que señala que la infraestructura del teatro es superior a la del instituto y que en este último hay actividades lectivas a la hora de los conciertos, a diferencia de lo que ocurría en ediciones pasadas. El traslado ha provocado que el hasta entonces organizador del Sen Batuta decida no continuar, de forma que el primer concierto del ciclo se programó ya sin contar con esta denominación del ciclo.

Para el BNG, estas circunstancias hacen que el ciclo 'non teña nada que ver' con lo que era antes y recuerdan también los problemas que tuvo la actual Concejalía de Cultura a la hora de colaborar con el Derrame Rock y el Fito, actividades que peligraron pero que, no obstante, continuaron en cartel este año.

Otro de los proyectos nacionalistas que se ha caído es la Casa da Maxia. El edificio que estaba pensado para albergar, entre otras cosas, un museo de magia se proyecta ahora como ampliación del centro cívico de Colón, un giro en su uso que el BNG intentó parar mediante una moción en pleno que, no obstante, no prosperó. El gobierno tampoco ha puesto en marcha la Casa da Mocidade, auspiciada por el BNG, aunque lo achaca a problemas para contratar personal.

Via: laregion.es

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