Juicio en Francia. El ex director gerente del FMI se declaró inocente en el juicio en el que está acusado de proxenetismo agravado, delito pasible de 10 años de cárcel y 1,5 millones de euros de multa.
Paris. Francia.-Frente a frente, el y las prostitutas que lo acusan en el juicio mas esperado en Francia. El frustrado candidato presidencial socialista y ex director del FMI, Dominique Strauss Khan, comenzó a comparecer hoy -y continuará a lo largo de tres días- en el tribunal correccional de Lille, donde debe defenderse de acusaciones de “proxenetismo agravado” en sus orgías trasnacionales. DSK, como lo llaman en Francia, no cesa de afirmar que el ignoraba que sus compañeras de aventuras sexuales eran prostitutas. Él las creía libertinas, como él.
Después del incidente con las feministas de Femen a su llegada, con un traje oscuro, una corbata gris y hablando calmadamente con sus abogados, DSK se sentó en la sala del tribunal y luego declaró. Algunos de sus amigos sostuvieron que pasó el fin de semana en Marruecos, antes de viajar a Lille.
“Cuando uno lee la orden de enviar el caso delante del tribunal correccional, uno tiene la impresión de una actividad frenética, donde todo el mundo no hace otra cosa que eso”, declaró ante los jueces. “No hubo esa actividad que aparece en la lectura de la orden”, aseguró, con aséptico tono.
Les recordó a los jueces que a él le reprochan al menos una docena de orgías a lo largo de tres años, en un estilo de conferencista seguro. Ni él ni el presidente del tribunal usaron palabras como “libertinaje” o “reencuentros sexuales”. El lenguaje era eufemístico y elaborado. “Si, ‘doce reencuentros'” en tres años. Es decir cuatro veces por año”, insistió Strauss Khan , después que el presidente del tribunal leyera su curriculum y lo presentara como “uno de los hombres mas importantes del mundo”. DSK rechazó una pericia psiquiátrica del tribunal.
Frente a Strauss Khan, se encontraban los otros protagonistas del juicio. David Roquet, cuya carrera de empresario terminó destruida y hoy maneja una camioneta utilitaria y vende piedras, su amigo Fabrice Pazkowsky, organizador de las orgías, y Lagarde.
“¿Su posición ha cambiado?”, preguntó crípticamente el presidente del tribunal. Dominique Strauss Khan respondió con otra pregunta: “¿Sobre la ausencia de conocimiento de carácter prostitucional?. No, señor presidente”. Ese lenguaje fue el utilizado para reconocer o no si él seguía insistiendo que ignoraba que sus compañeras sexuales eran prostitutas pagas.
Para los jueces de instrucción, DSK es el “protagonista central” y el “beneficiario exclusivo de encuentros sexuales, que le han valido que sea procesado por proxenetismo agravado”. Su defensa hasta ahora ha sido que él ignoraba que esas mujeres con las que compartía sus noches salvajes fueran prostitutas.
“Yo no cometí ningún delito”, dijo DSK a lo largo de su presentación, tras reconocer que participo en orgías. Si lo condenan, puedo enfrentar 10 años de cárcel y un millón y medio de euros de multas.
Luego Mounia, una ex prostituta , que admitió que ella había recibido 900 euros por participar en “una pequeña fiesta” de manos de David Roquet, el hombre de negocios que vio su carrera destruida por el caso.
Mounia y Jade, otra prostituta, son las testigos fundamentales de los fiscales para demostrar que ellas eran profesionales del sexo y que habían sido pagadas por participar en las orgías. Unas sesiones que las prostitutas que han declarado describen como “un matadero”, una “carnicería”. En Francia la prostitución es legal pero esta encuadrada.
El presidente le pregunto a Mounia que era lo que podría hacer pensar a DSK “que usted era una prostituta?”. “Para mi era claro”, dijo Mounia. “Nosotros estábamos allí para este señor y para tener relaciones sexuales con él .Yo estaba allá como prostituta”. Strauss Khan la escuchaba impasible, sentado en la sala. Mounia continuó: “No hubo dinero evocado, ni tarifas, ni nada”, dijo, cuando ella es parte civil en el proceso.
“Era brutal pero consentido”, declaró Mounia, que admitió que lloró durante sus relaciones sexuales con DSK. “Fue su sonrisa la que me marcó del principio al final. Él tenía el aire de apreciar lo que él hacia”, describió.
Se espera ahora el testimonio de Jade, otra de las testigos del fiscal para probar el proxenetismo agravado de Strauss Khan.
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