Luján PALACIOS

Los movimientos feministas «desarrollan mucho el corpus doctrinal, pero salen poco a la calle, son poco visibles». Por eso, Lara Alcázar, natural de El Entrego y residente en Gijón, se ha animado a enrolarse en las filas de Femen, un movimiento nacido de una serie de protestas en Ucrania, en el que las mujeres protestan en «top less» contra aquello que consideran negativo para sus intereses y que ha ido extendiéndose por todo el mundo hasta llegar a España.

En el caso español lo ha hecho de la mano de una estudiante de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo de 21 años, convencida, después de muchos años de activismo estudiantil y estudio a fondo del feminismo, de que había que dar un paso más. Y ese paso «se adapta muy bien a lo que hace Femen», un movimiento feminista que tiene en el punto de mira «a la Iglesia, la religión y las instituciones, los regímenes y leyes opresoras para con las mujeres y la explotación sexual femenina», enumera Lara Alcázar.

Por eso, la asturiana se decidió hace unas semanas a ponerse en contacto con las líderes del movimiento en Francia, con las que ha contactado y mantiene un intercambio fluido de ideas a través de internet y las redes sociales.

«Llevaba un tiempo viendo las cosas que hacen y que proponen, y me gustaba; así que les comenté la posibilidad de poner en marcha una rama de Femen en España», relata. Dicho y hecho. La pusieron al habla con Inna Shevchenko, la máxima responsable del movimiento en Ucrania, y con otra joven de Cádiz interesada en el proyecto, y entre las tres llevan cerca de un mes perfilando la puesta en marcha de Femen España.

La idea es «crear una sede en Madrid» desde la que poder coordinar las acciones de protesta. Y como primer paso, fundamental, el de «captar activistas a través de una campaña con la que animamos a las chicas a que formen parte de este movimiento». Por ahora, «ya hay media docena de mujeres interesadas en el proyecto».

Para ello no se requiere «ni una edad ni un físico determinado; en su mayoría somos veinteañeras y estudiantes, pero estamos abiertas a todos los perfiles porque lo estamos buscando es crecer y luchar por todas las mujeres para que se sientan incluidas», proclama Lara Alcázar.

El único requisito es «estar dispuestas a actuar». Con el pecho descubierto, pintadas reivindicativas sobre el pecho y con flores adornando el pelo. Las dos primeras premisas porque «desde siempre el cuerpo de las mujeres ha estado cosificado por el patriarcado».

Así, protagonizar las protestas desnudas de cintura para arriba es una manera de «liberar nuestro cuerpo, librarnos del pudor» para además protestar por cosas de las que queremos liberarnos». Y hacerlo sin ropa «ayuda a romper la respuesta a la que estamos acostumbrados por nuestra socialización». Las coronas de flores adornan además la metáfora de «amazonas de la era moderna» que quieren transmitir.

Por ahora, el incipiente grupo español está estudiando objetivos y futuros puntos de actuación con la convicción de que «el aborto y la reforma de la ley que planea Gallardón será uno de los principales frentes» contra los que protestarán a su manera. Ahora, deberán afrontar una etapa de «entrenamiento físico y psicológico» antes de lanzarse a la acción directa. Y después, «a extender las acciones por toda España».

Via: lne.es

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