Cuarenta años después, la inteligencia de Daniel Cosío Villegas sigue arrojando luz para tiempos oscuros. Ya que hablamos de clásicos, nunca es tarde pare leer Moby Dick. Si lo que te interesa es la actualidad, Jorge Carrión, Sara Sefchovich y el colectivo ucraniano Femen, contribuyen con tres formas diversas y plurales que nos asoman a la convulsa realidad global.
Daniel Cosío Villegas. Labor periodística. Fondo de Cultura Económica. 527 pp.
A lo largo de varios años, el intelectual fungió como un importante vigía del desarrollo político y social México. Años después, la recopilación de sus artículos es una auténtica cátedra sobre el quehacer del intelectual y político, sus excesos y sus virtudes. Su aguda crítica a la incompetencia política no solo se mantiene vigente también se vuelve necesaria.
Jorge Carrión. Teleshakespeare. Tintable. 232 pp.
Con la primera década del siglo XXI llega a nuestras pantallas un nuevo fenómeno de culto que suma cada día miles de espectadores en todo el mundo: las series de televisión. El volumen tiene un doble objetivo: por un lado, conformar una suerte de guía de las más destacadas series de televisión de los últimos años, proporcionando un conjunto de ensayos breves, ágiles y lúcidos sobre cerca de una veintena de estas producciones. Por otro lado, articula una reflexión sobre este nuevo fenómeno visual y narrativo que ya ha transformado nuestra definición del relato audiovisual, construyendo, además, nuevos modelos de visionado e interpretación que gracias a internet adquieren una dimensión global inmediata.
Sara Sefchovich. ¡Atrévete! Aguilar. 288 pp.
La autora elabora un análisis profundo sobre los orígenes, repercusiones y alcances de la delincuencia y la desigualdad social en nuestro país. Explica cómo se dan los fenómenos delictivos en México, qué opinan los políticos y juristas al respecto, cuál es la posición de los intelectuales y qué mecanismos de defensa ofrecen los gobiernos. Analiza el comportamiento de los criminales y sus estratos sociales, así como el origen y marcos de referencia familiares para culminar con una serie de propuestas orientadas a disminuir la delincuencia, mismas que van de la necesaria atención a los jóvenes a una nueva forma de conciencia familiar, basada en dar a las madres un papel protagónico en la educación.
Herman Melville (Ilustraciones Gabriel Pacheco). Moby Dick. Sexto Piso. Trad. Andrés Barba.760 pp.
Un clásico con múltiples interpretaciones. Junto a Ismael y el arponero Queequeg, el lector se suma a la tripulación del Pequod y se ve lanza en una travesía por los confines del mundo, cuyos polos son Ahab y Moby Dick –la ballena blanca-, dos figuras magnéticas, poderosas, complementarias. Por si faltara algún pretexto para adquirir este volumen, las ilustraciones de Gabriel Pacheco y la introducción de Andrés Barba, la hacen más que apetecible.
Femen. En el principio era el cuerpo. Malpaso. 183 pp.
Desde sus perplejas conjeturas iniciales, Inna, Sasha, Oksana y Anna (Femen) han construido en Ucrania feminismo tajante, rabioso y espectacular que rebasa los límites de la moral masculina para arrojar también sus maldiciones sobre la pobreza, la explotación, el despotismo o las iglesias (todas). Ese activismo les ha valido palos, encierros, prohibiciones y censuras consternadas, pero siempre han contado con el escudo de una formidable cobertura mediática. Aunque no les falta ingenuidad, han descubierto con lucidez que la bomba más atómica es el espectáculo, y en particular el de sus glándulas mamarias. En este libro explican cómo y por qué han llegado a una conclusión tan desnuda.
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