La defensa pública de la homosexualidad en Marruecos es todavía una quimera mientras la ley la penalice específicamente, por lo que los abogados que defienden a los gays se ven obligados a defender a personas y nunca la "causa homosexual".
El artículo 489 del Código Penal castiga hasta con tres años de cárcel a quien practique "sexo contra natura con individuos de su mismo sexo".
Pero además, la sociedad marroquí es profundamente homófoba, empezando por las palabras: la palabra con que la policía o la Justicia alude a la homosexualidad significa literalmente "desviación sexual", por no hablar de los términos peyorativos del lenguaje popular.
"En este país no se admite el derecho a la diferencia", lamenta la abogada Jadiya Rogani, que ha ejercido la defensa junto con otro colectivo de abogados de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en el juicio en el que hoy fueron condenados dos jóvenes marroquíes a penas de cuatro meses de prisión y 500 dirhams (unos 48 euros) de multa por besarse en público.
Según Rogani, la mayoría de los abogados y los mismos ciudadanos juzgados por el artículo 489 se niegan a plantear en los tribunales una defensa abierta del derecho a la libre opción sexual y centran sus estrategias en negar que los acusados, más allá de sus tendencias, estuvieran efectivamente practicando sexo.
En muchos de los casos, según fuentes jurídicas consultadas por Efe, los abogados prefieren negar la condición sexual de los defendidos y centrar sus estrategias en alguna clase de error policial en el momento de la detención de los implicados.
Además, cuanto más lejos se encuentra el lugar de los hechos de la costa atlántica (el "eje moderno" del país que va de Tánger a Casablanca), más difícil es encontrar a abogados dispuestos siquiera a defender a acusados por "desviación sexual".
En uno de los casos más sonados de los últimos años, el abierto contra los participantes en una "boda homosexual" en Alcazarquivir (norte del país) en 2007, el equipo defensor tuvo que desplazarse desde Rabat ante la negativa del Colegio de Abogados local de defender a los acusados.
Incluso dentro de la combativa AMDH, caracterizada por su defensa de las libertades individuales, se dan con frecuencia casos en que sus representantes locales del interior se niegan a presentarse como parte civil para defender a los homosexuales, como ha podido constatar Efe en varias ocasiones.
No es de extrañar que las asociaciones que defienden a los homosexuales trabajen en la más absoluta clandestinidad, no solo porque van contra la ley sino porque es muy difícil que cuenten con apoyo social o incluso familiar.
Por ello, fuentes de Aswat, la única organización ahora activa en la defensa de los gays, han considerado contraproducente la última visita de dos activistas de Femen Francia a Marruecos, en la que se fotografiaron desnudas de cintura para arriba y besándose en un famoso monumento con un alminar de mezquita detrás.
Según estas fuentes, la acción de Femen no ha hecho sino aumentar la hostilidad de los marroquíes hacia la homosexualidad y asociarla además a una supuesta "agenda extranjera" contraria a los valores marroquíes.
La reprobación de la homosexualidad tiene raíces religiosas: el Corán, como la Biblia y la Torah, condena específicamente la homosexualidad al relatar la historia de Lot en Sodoma, ciudad en la que los habitantes "se allegaban a los hombres en lugar de a las mujeres", por lo que fueron castigados con una lluvia de fuego.
En la práctica totalidad de países musulmanes la homosexualidad está perseguida y condenada; en Marruecos, donde se debate actualmente una reforma del Código Penal con criterios supuestamente menos restrictivos, la homosexualidad no solo no va a ser despenalizada, sino que el Gobierno pretende aumentar las multas asociadas a las penas de cárcel.
Via: elespectador.com
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