SEXtremismo

  • “¡A la mierda la Iglesia!, ¡A la mierda la Iglesia!”, profieren hasta desgañitarse un grupo de jóvenes esbeltas que lucen el lema ‘Sextremismo’ sobre su tronco desnudo. Aunque la acción descrita sería más digna de un grupo de ‘ni-nis’ alocadas tras una noche festivalera, se trata en realidad de una ‘perfomance’ encabezada por las archiconocidas FEMEN. Una suerte de amazonas del siglo XXI abanderadas de un nuevo feminismo dispuesto a conquistar a pecho descubierto la igualdad política y sexual en el mundo. ¿Estamos ante una nueva forma de revolución femenina o se trata de una irreverente y frívola propuesta que hace ruido pero nada más?

    Este grupo de activistas se autodefinen como “un movimiento de mujeres, ateo, apolítico y antirreligioso, que pretende fundar un nuevo feminismo y que defienden con su pecho la igualdad política y sexual en el mundo”. En este último punto, el del nudismo, radica su mediatización y el principal argumento arrojadizo de sus detractores.

    FEMEN nació en Kyiv (Ucrania), en 2008, como una organización formada sólo por mujeres para luchar contra el turismo sexual y la trata de personas en su país, así como para reclamar mayor liderazgo de las mujeres en la sociedad ucraniana. En el contexto de una Ucrania post-soviética que acababa de vivir la Revolución Naranja de 2004 un grupo de jóvenes universitarias formado por Anna Hutsol, Inna Shevchenko, Alexandra Shevschenko 'Sascha', y Oksana Shachkose fundaron una asociación exclusivamente reservada a las mujeres, llamada Nueva Ética, lo que supondría el germen de FEMEN. “Estábamos impresionadas por la revolución naranja y todo el movimiento que generó en Ucrania. Eramos muy tontas, cierto, pero queríamos cambiar algo. Sabíamos que la crisis no sólo era económica sino también política, educativa, social. Íbamos a la universidad para buscar un marido. Fue entonces cuando comenzamos a leer textos feministas. Fue como entrar en otra dimensión”, explicaba Sascha Shevschenko durante una conferencia en Berlín.

    Entre debates y conversaciones sobre ‘La mujer y el socialismo’ de August Bebel las fundadoras del ‘sextremismo’ gestaron su primer topless reivindicativo, que tuvo lugar en 2010 durante la celebración de la Eurocopa. El motivo de su protesta era denunciar la intención del Gobierno de Ucrania de legalizar la prostitución durante el campeonato. Ese acto supuso su bautizo de fuego en esto del pop-feminismo y la plataforma mediática que les catapultó a las portadas de medio mundo, que observaba con cierto escepticismo esta nueva vertiente reivindicativa.

    “Las mujeres desnudas siempre han sido una forma de instrumento patriarcal. Siempre han sido usadas por la mano del hombre. En la industria de la moda, la del sexo, en publicidad... Y nosotras estamos jugando con esos estereotipos. Nuestros pechos están gritando, nuestros pechos están hablando. Lo estamos convirtiendo en un signo que ya no trabaja para ti, porque está de regreso a sus propietarias naturales, las mujeres”, argumenta Inna Shevchenko, una de las activistas más visibles del movimiento.

    Protestas más allá de Ucrania

    El éxito mediático adquirido en 2010 les llevó a trasladar sus protestas más allá de las fronteras de Ucrania y a ampliar sus reivindicaciones. Regímenes dictatoriales, la islamización, la violencia sexual y machista, el sexismo, la prostitución, la homofobia, la ‘sharia', la discriminación sexista, la feminización de la pobreza... toda una panoplia de ‘causas' para dar ‘guerra’.

    Ataviadas siempre con una corona de flores, que simboliza la feminidad y el orgullo insumiso, y el torso descubierto las integrantes de FEMEN han paseado sus pechos por medio mundo. Desde Bulgaria para protestar contra la violencia sexual machista y el tráfico de personas, pasando por el Vaticano para pedir que se respeten los derechos de la mujeres en todo el mundo; en Davos, en el marco de la Cumbre del Foro Económico Mundial, para demandar a los líderes del mundo un compromiso con los más pobres, y hasta en París frente a la casa de Dominique Strauss-Kahn.

    Una de sus últimas intervenciones tuvo lugar el pasado mes de abril. El blanco de su protesta fue el presidente ruso, Vladimir Putin, y ese día el lema fue “fuck dictador” (Que se joda el dictador). Aquella ‘performance’ además de las llamativas imágenes que mostraban a integrantes de FEMEN dirigiéndose encolerizadas hacia la zona donde se encontraban las autoridades y a una timorata Merkel -quien lo iba a decir- sintiéndose amenazada por unas féminas semidesnudas, hubo una instantánea que centró todas la miradas. Se observa como un hierático Putin transforma el gesto cuando la ‘delantera’ de una de las manifestantes se le planta frente a sus ojos.

    La frivolidad de su mirada transmitía cierto disfrute y goce con la improvisada ‘performance’ nudista. La protesta quedó reducida a esta anécdota. Un significativo ejemplo de la principal flaqueza de este movimiento, que el medio eclipsa al mensaje. Partiendo de esta premisa cabría profundizar y preguntarnos si el desnudo es un mecanismo efectivo de protesta política.

    Sus detractores argumentan que el hecho de utilizar los cuerpos de las mujeres como argumento principal de su protesta, las deslegitima, pero ellas se defienden. “FEMEN buscaba formas distintas de luchar y nuestra experiencia nos dice que solo cosas radicales puedan cambiar la situación. En este momento, en este país, solo una protesta radical de las mujeres puede mover a la acción a otras mujeres”, arguye la fundadora de FEMEN, Anna Hutsol.

    Uno de los antecedentes más legendarios en los que el cuerpo femenino se convirtió en reclamo reivindicativo nos lleva a remontarnos a la Edad Media, cuando, en el siglo XI, Lady Godiva paseó por Conventry desnuda a lomos de un caballo a cambio de que su marido Leofric, señor del pueblo, bajara los impuestos abusivos que esquilmaban a sus vasallos.

    En el caso de Lady Godiva el erotismo explícito le funcionó para lograr su propósito, sin embargo las mediáticas FEMEN no han sido capaces de alcanzar objetivos concretos, más allá de su creciente exposición mediática . ¿Qué va primero: el pecho o el mensaje? Las activistas responden que ambos elementos son complementarios de una forma recíproca. “Nadie está preparado para escuchar a las mujeres, sólo quieren vernos. Y por eso les decimos ¡Miradme! Pero ahora no estoy tratando de complacerte, sino que trato de asustarte”, refiere Inna Shevchenko.

    FEMEN llega a España

    Desde su fundación en Ucrania, FEMEN ha cobrado fuerza en Francia, donde tienen su sede y centro de operaciones, y está presente en Alemania, Bélgica, Túnez, Suecia, Italia, Brasil, Canadá y, desde mayo de 2013, en España, donde cuenta con una decena de activistas de entre 21 y 35 años de edad, en su mayoría jóvenes universitarias.

    Precisamente en España cabe hacer una parada porque este feminismo sui generis pasa por nuestro país con la intención de quedarse. Desde que Femen se dio a conocer en nuestro país, una docena de mujeres se han alistado en la organización, que ya cuenta con 7.500 adeptos en la red social Facebook, canal de propaganda del movimiento. "Estamos preparándonos para concentrarnos, a partir de septiembre, contra las reformas de la ley del aborto, el derecho a la fecundación 'in vitro' de las parejas homosexuales y la violencia machista", avanza a Efe Lara Alcázar (ver recuadro), rostro visible de la rama española del movimiento.

    Con la intención de consolidar e internacionalizar el ‘sextremismo’ FEMEN organizó entre el 6 y el 9 de agosto un campo de entrenamiento en París para instruir a sus acólitas en técnicas de desobediencia civil. Al ‘campamento de verano’ acudió un reducido grupo de representantes españolas del movimiento para ensayar la garganta y un lucido ‘topless’ reivindicativo.

    Durante los tres días de recogimiento la docena de militantes francesas, alemanas, belgas, holandesas y españolas fueron sometidas a una suerte de entrenamiento castrense en el que las actividades físicas se combinaban con lecciones sobre el arte de enfrentarse y escabullirse de las autoridades cuando decidan ‘liarla’. “No insultamos, no pegamos y no mordemos a la policía. No estamos luchando contra los agentes, simplemente oponemos resistencia porque no estamos de acuerdo con el arresto”, recuerda Inna Shevchenko. "Manteneos erguidas, separad las piernas y ancladlas al suelo para estabilizaros. Las pancartas, bien altas. Prohibido sonreír. Jamás reirse. Expresad cólera", instruyen con firmeza las entrenadoras de FEMEN a las reclutas feministas.

    A pesar de que se consideran un grupo pacifista, lo cierto es que la agresividad es un signo distintivo en sus intervenciones. En la página de inicio de su organización podemos ver como una joven con sus protuberancias al aire sostiene en su mano izquierda una hoz ensangrentada y en la derecha unos testículos arrancados, o una angelical FEMEN con su diadema floral con el lema “Preparadas para el ataque”. “El punto fundamental de nuestro nudismo es que el nudismo es agresivo. Nudismo que puede atacar. Mujeres desnudas que estén atacando, no anunciado yogures”, explica muy gráficamente Inna en un reportaje para ‘Vice news’. La representante española del movimiento está convencida de que el cuerpo desnudo “es capaz de hacer sentir incómodo al poder”. Sino que se lo digan a Putin.

    Aunque lo pueda parecer, ingresar en FEMEN no es cuestión de pechos. “Tienen que estar bien preparadas moral y físicamente. Pero nunca es una cuestión del tamaño de los pechos o si son bonitos”, apunta Shevchenko. Sin embargo, en muchas de sus intervenciones más memorables las intrépidas desabrigadas son casualmente las más esbeltas y favorecidas físicamente.

    En el bando de los detractores no sólo se encuentran aquellos que no comparten las ‘causas’ de sus acciones, sino que también cuentan con opositoras dentro del movimiento feminista. Consideran que la desnudez sólo consigue reforzar la imagen de la mujer como objeto sexual. Su bandera es el feminismo pero la ondean explotando uno de los estereotipos más clásicos, el cuerpo femenino, y en ocasiones lo emplean para conseguir un fin. Como cuando tuvieron que camelar al conserje de un edificio cultural en París para boicotear una manifestación de ultranacionalistas franceses. A pesar de esta flagrante contradicción las mujeres de Femen creen que transgrediendo el activismo clásico están consiguiendo romper con la mala imagen del feminismo, tradicionalmente, dice, ridiculizado por el machismo. “Ya no hay feminismo en las calles y nosotras estamos intentando impulsarlo”, afirma orgullosa una de sus fundadoras.

    Inspiradas en las Pussy Riot

    Desde que en 2010 realizaran su primera protesta en topless, en estos tres años han ido perfeccionando y teatralizando más sus intervenciones. Su estilo provocador e irreverente recuerda mucho al grupo feminista ruso Pussy Riot, que fue perseguido y dos de sus integrantes encarceladas tras realizar una performance en una iglesia ortodoxa en Moscú. El calabozo y los tribunales también son sobradamente conocidos por las descaradas FEMEN. Recientemente tres de sus activistas europeas fueron arrestadas en Túnez por “atentado contra el pudor” cuando protestaban contra el preceso judicial a Amina Esbui. Esa feminista tunecina está en libertad con cargos tras mostrar sus pechos desnudos en internet para denunciar la moral conservadora de su país y por pintar el nombre de Femen en el muro de un cementerio. En un país mayoritariamente musulmán (96%) la particular protesta de FEMEN causó un gran revuelo, llegando incluso a asegurar que Amina merecía ser “azotada” y “lapidada hasta la muerte”.

    Otro de los momentos más dramáticos en el historial de FEMEN se produjo cuando tres activistas del grupo ucraniano fueron secuestradas y maltratadas por agentes de los servicios secretros bielorusos, tras manifestarse desnudas frente al edificio de la KGB en Minks para protestar contra la dictadura de Alexánder Lukashenko.

    “A veces me levanto por la noche por el sonido que hace mi móvil y cuando lo chequeo leo mensajes como ‘Muere’ o ‘Arde’, y me digo a mi misma “Buenos días Inna, que tengas un buen día”, comenta en una entrevista la líder ucraniana, que tuvo que huir de Kyiv en 2012 tras derribar con una sierra mecánica una cruz católica erigida como monumento a los millones de católicos del Este que fueron perseguidas durante el régimen soviético.

    Muchos de sus oponentes y víctimas de sus ‘perfonmance’ les acusan de estar financiadas por Obama o partidos de izquierda, pero ellas lo niegan. Aseguran que su principal fuente de ingresos es la la venta de merchandising a través de su web, como camisetas con logos, eslóganes e imágenes de FEMEN, es decir, chicas en tetas.

    Conociendo un poco más los fundamentos sobre los que se sustenta este movimiento ‘pornopolítico’ se llega a la conclusión que su propuesta erótico-sexual no ha conseguido hasta el momento logros concretos. Eso sí, publicidad no les falta. En cuanto a un posible salto a la política parlamentaria a lo Cicciolina, de momento lo descartan. “No queremos que nos vinculen a los partidos tradicionales ni a la miseria de la política de hoy”, dicen sus integrantes. Ellas están dispuestas a soportar toda clase de ignominias con tal de continuar su ‘lucha’. Lo tienen claro: a lo hecho pecho.

     

    Ella es (suponiendo que el apoyo vaya encabezado por una imagen de la chica) Lara Alcázar, tiene 21 años y cursa estudios de Historia del Arte en la universidad de Oviedo. Es la cara y el pecho visible del movimiento feminista Femen en España.

    Alcázar acaba de terminar junto a un grupo de compatriotas feministas su instrucción en París, donde se les ha sometido a una rutina de gimnasio, simulaciones de situaciones reales -como ser agredidas- y han recibido lecciones como no sonreír nunca, mirar a las cámaras que les graben y zafarse de los cordones policiales o de seguridad.

    “El cuerpo desnudo es capaz de hacer sentir incómodo al poder, sobre todo en un país donde, en su opinión, la sociedad es especialmente machista y la Iglesia está conectada directamente con el Partido Popular", sostiene Álcazar, que avanza que ya están trabajando y preparando acciones concretas en España a partir del mes de septiembre.

    Álcazar, por ende FEMEN España, advierte en una entrevista en El País: “Los recortes en educación y sanidad, que son pilares básicos del Estado de bienestar, afectan a los derechos de los ciudadanos, sobre todo a las mujeres. Nosotras no nos vamos a quedar de brazos cruzados". Mírenla, mírenlos. Darán que hablar. 

     

  • Via: intereconomia.com


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    The mission of the "FEMEN" movement is to create the most favourable conditions for the young women to join up into a social group with the general idea of the mutual support and social responsibility, helping to reveal the talents of each member of the movement.

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